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jueves, 9 de enero de 2014

Animación Sociocultural


El concepto de animación, tal como se maneja en la actualidad, surgió en Francia a finales de la década de los sesenta y se consolidó como pilar del mantenimiento de la calidad de vida de los adultos mayores veinte años más tarde, transformándose con el tiempo desde una perspectiva casi exclusivamente lúdica en una que engloba todas las dimensiones del individuo y sus relaciones con la vida cotidiana, ya no se trata únicamente de programar actividades para pasar el tiempo libre sino de convertirla en un proceso de acompañamiento centrado en los deseos, las expectativas, los intereses, las aptitudes y los recursos de la persona y el contexto en que se desenvuelve.

Desde esa perspectiva se ha planteado que la animación consiste en la estimulación de los individuos y/o de los grupos de individuos hacia la identificación de sus necesidades, la búsqueda de soluciones para garantizar la satisfacción de las mismas y la puesta en marcha de acciones tendientes a su materialización. Entre los objetivos de la animación se incluyen la promoción de estilos de vida activos, la ocupación óptima del tiempo libre, la integración social, el fortalecimiento de los vínculos psicoafectivos, el desarrollo permanente y armónico de las dimensiones biológica, psicológica y social del individuo y el mantenimiento de la calidad de vida.

La animación sociocultural puede llevarse a cabo en cualquiera de los ámbitos en que tiene lugar el desenvolvimiento cotidiano de los adultos mayores, en el domicilio, en centros de estancia ocasional y en instituciones que acogen en forma permanente población dependiente o susceptible de ser dependiente en alguna de las esferas biológica, funcional, mental o social. 

Las experiencias de animación en el domicilio no han sido objeto de atención especial por parte de los profesionales de la gerontología y se limitan a los individuos que han sido objeto de algún evento generador de desequilibrio biopsicosocial, accidentes, enfermedades prolongadas o incapacitantes, limitación funcional o aislamiento social, las cuales generan gran movimiento de la dinámica social y/o familiar orientado a proporcionar apoyo y generar bienestar.

La animación en el domicilio responde a tres aspectos básicos, el acompañamiento de la persona mayor en las actividades de la vida cotidiana, el mantenimiento y de ser posible el fortalecimiento de las redes sociales y la prevención de los factores generadores de riesgo. 

Los centros de estancia ocasional, clubes de ancianos u hogares de paso, constituyen una instancia intermedia entre el hogar y las instituciones de albergue, ya que están orientados de acuerdo con las necesidades de quienes residen en el domicilio pero al mismo tiempo poseen elementos característicos de las estructuras colectivas (Elizasu, 2000), en términos generales, la animación en estos centros ha de estar orientada a proporcionar un sentido nuevo a la vejez y generar protagonismo personal frente a la toma de decisiones respecto al estilo de vida deseado, en tal sentido, muchas de estas instituciones tienen como objetivo fundamental servir como espacio de encuentro, integración e interacción social y cultural de ancianos con expectativas semejantes.

Fuente:

Morales - Ruiz JC. Animación Sociocultural al Anciano. Blog Gerontología al Día. Disponible en: www.envejecimientoyvejez.com

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